domingo, 18 de agosto de 2019

LA CRIOLLA, VIDA COTIDIANA 2
Como el negocio iba bastante bien, decidieron enbaldosar la pista "Las palmitas". Un verdadero adelanto. Los sàbados, un revuelo,  las mujeres con ruleros, la media peluquera les llenaba las cabezas de spray  y perfumadas con agua florida  y otro famoso que no me acuerdo.. A l a tardecita  llegaban  mozos  en camiòn, otros a caballo, y algunos autos venììan  cagados " hasta la jeta" con siete  u ocho arriba. . Los paisanos con sus pilchas,  bombachas batarazas, o negras,  anchas, botas fuerte ( el que tenìa) o alpargatas nuevas..Lucìan pañuelos de seda al  cuello, mayormente negro.- Cuentan que al otro dìa, los gurises andaban recogiendo, ponchillos, pañuelos. y paquetes de pastillas, perdidos  por los "mamaos"..
No faltaba el pañuelo en el bolsillo perfumado para secarse las manos transp.ìradas
. La mùsica tenìa un volumen  NO muy alto, ...asi que los de atràs, bailaban al rumbo., rancheras, pasadobles, fox tros, valses, , polcas, tarantelas y alguna milonga, pero cuando " la orquesta" tocaba "el negro Simòn", , ni las pulgas quedaban sentadas.. .
Los crillos se entusiasmaban con algùn chamame  o "canciòn correntina " como se le llamaba, , pero a las gringas no le salìa el paso y los pisotones eran dignos de comentarios. en la cantina.
Despues llegò el "Cine Guarenicia" con sus pelìculas argentinas y las compañias teatralas con las obras "el leon de Franci", "Ante Dios , todas son madres",  "Ma merto llegò del campo" y tantas otras. El tiempo pasò, pero queda el recuerdo de la "Pista las Palmitas" y el galpòn de los Tisoccos, Por el mic`rfono agradecìan el pollo o lois huevos que le entrgaban las admiradoras  a los mùsicos..

Para conocer la vida diaria de los Urquiza-Soler , le dije ì a un personaje llamado "Patol Guerrero que yo  estaba interesada en comprarle chauchas que sembraba en su casa y accediò .Patol pasaba tenprano por la oficina de la pequeña muni y me dejaba una bolsa de chauchas que yo pagaba con alegrìa, porque a la vuelta- despuès  de tomarse unas ginebras en el boliche,  me contaba de los fruttales que tenìa la quinta, una gran parcela de rosas negras  que doña Flora cuidaba celosamente.,  traìdas de un lugar muy lejano. del mundo.; de lo brava que era "La Criolla", o sea   Flora Urquiza de Soler., de armas llevar, que montaba a caballo como el mejor, calzada con dos armas..
Patol era muy chico cuando,   llevaba en un canasto verduras para la familia pero la doña lo vigilaba hasta la salida porque una vez le habìa pillado  robando una naranja de Valencia, exquisita, que habìan introducido, hacìa poco.

Patol, seguìa contandome detalles y yo comiendo chauchas con huevo, convencida que iba adelgazar, pero la verdad, no sabìa que estaba prohibida para la dieta.....hasta que un dìa se terminaron las chauchas y yo habìa logrado cierta amistad con el contador de hustorias..-----

No habìa vehìculo disponible para que fuera a las colonias vecinas a hablar con los viejos inmigrantes, asi que me dijo el intendente " el ùnico que te puede llevar es el camion recolector de basura" y allì me trepè  y conocì peronas con historias increìbles..
Todas las casas tenìan"  cocina de fierro" y todavìa , las modernas- construidas ahora, conservan  esa hermosa costumbre. Los viejos, aquellas traidas de Europa, no las cambian y los jòvenes  ahora las compran en enlozadas, asì que tienen  ( y mañana , vamos con otro=dos, la de gas y  "a leña"..

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