lunes, 26 de agosto de 2019

VIDA COTIDIANA: LA CRIOLLA 4

La historia es el registro de cada fase de la actividad humana en el pasado, por eso nos interesa , el trabajo, la ropa, las formas de hablar, las creencias, las costumbres, la música, la fe  y todo lo que el pueblo  construye lentamente. Por eso mismo, son importantes todos,  los peones, la modista, la curandera, el panadero, el carnicero, el jefe de estación, la partera y el cura...

Que paisaje maravilloso se veía desde el tren; hileras interminables de citrus, unas veces coloreados de amarillo limón y otras de naranja mandarina. Según la época, abríamos las ventanillas aunque se enojara el guarda,  para sentir el aroma a azahares... exquisito..
Pensar que Urquiza fue el promotor del ferrocarril y que hizo desviar un tramo para que llegara hasta sus tierras para poder sacar sus cosechas y la del vecinos.
Muchas satisfacciones dio el ferrocarril. Se pobló la zona, se abrieron escuelas en San Bonifacio, La Criolla, Colonia Ayuì, Los Charrùas.. Tierras de hermosas mujeres que cuando se hacìa "la fiesta de la citricultura", las reinas eran de la zona. Todos tenemos anécdotas "del colincho" ese trencito que hacia el tramo Concordia- Federal. Las maestras  con los hombres que trabajaban en las colonias se integraban como en familia, casi siempre los mismos. Si alguno faltaba, se notaba y empezaban a averiguar que le había pasado a Juancho o a Nito....se pasaban noticias de velorios y de bailes...y se armaban parejas...


CUENTO CASI VERÍDICO

El silbato del tren resonó estridente. Unos metros mas y estaría  en La Criolla... las hileras interminables de citrus, asi lo anunciaban.
El Luchi estaría como todos los domingos, parado en el anden, atento al vagón , saludando como al pasar: ella estaría de la misma forma y ahí terminaba todo.
Todo es una manera de decir,  porque el viernes pasaría  lo mismo y el domingo también.
 Ella iba de paso para Concordia donde estudiaba de lunes a viernes  y los fines de semana, regresaba a su casa. . Ese día, el murmullo de las conversaciones  en el andén, lo distrajo  y sin darse cuenta, el tren se puso en marcha nuevamente, no encontrando al Luchi para despedirse con la mirada..
Nuevamente con el ruido incipiente del tren, la sumió en tontas cavilaciones. Se imagino viviendo en ese pequeño pueblo  donde el paisaje y las quintas eran única riqueza aparente. Pensó que no había nacido para eso  y con ese episodio, dio por terminado sus pensamientos aunque la verdad, el Lucho le caía muy bien.
Pasó la semana de clases, distendida y alegre . El viernes, como todas las semanas, abordó con sus compañeras. Cuando el convoy pasó por La Criolla, vio al Luchi con unos amigos  y tuvo la corazonada que pronto le hablaría. Los dos días que paso en su casa, estuvo inquieta y no se detuvo a ver los dulces que  la madre le había puesto en su maleta.
El viaje de regreso fue mas lento que de costumbre.
Cuando el silbato del tren, y el guarda grito "La criolla", el Luchi estaba frente a ella para acompañarla hasta Concordia.!!!!!
(Manuela Mammana)

Una vez, hace muchos años, teníamos que transmitir el "Festival Nacional del Chamame de Federal". Se rompió el móvil de la radio y nos mandaron en "el colincho" ... la transmisión salio bien.
A la mañana siguiente, el tren venía cargado "hasta la jeta" y lentamente, enredada en los cables, micròfonos y aparatos llegamos , "meta chamamè y sapucay" y con una acordiòn verdulera  apoyada en mi cabeza, pero no nos importaba....eramos felices!!


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